miércoles, 30 de mayo de 2007

Astorga

Astorga es un pueblo pequeño y feo. Si pasas en coche lo suficientemente rápido te aseguro que no pararías. Sin embargo si te fijas un poco verás sobresalir, entre los tejados, torretas y murallas de cuento de hadas; síguelas!
El diminuto casco antiguo de Astorga comprime en dos o tres calles la catedral, el palacio de Gaudí y la plaza del ayuntamiento con sus terrazas. Hay docenas de tiendecitas especialistas en chocolates y hojaldres y además es un buen sitio para comer el cocido maragato, o sea, el de toda la vida pero al revés.
La elección no es fácil, hay tascas y bonitos restaurantes pero, si dudas, mira los tablones de anuncios de los albergues para caminantes de la ruta de Santiago; suelen anunciar sitios buenos, bonitos y baratos.

EL CAPRICHO
C/ Postas 9, Astorga
987 603 175

Es un bar normal, telediario, flores artificiales en las mesas... El local es luminoso y el dueño se desvive (casi en exceso) por atenderte al modo de las abuelas y que no pases hambre. Su carta es variada en cocina casera pero mira a tu alrededor y verás que clientes nuevos y viejos hacen de un plato el protagonista; el Cocido (Maragato).

Recuerda que, aunque te pongan la carne primero, también has de comerte los garbanzos y la sopa. Y por supuesto las natillas, porque dice Lorenzo que si no lo haces no podrás decir que has comido cocido maragato. ¡Menos mal que el orujo de café casero que ellos hacen es capaz de hacer cualquier digestión!



VIEJO MOLINO CELA (ALOJAMIENTO RURAL)
www.viejomolinocela.com
Tel y Fax 987 600 502

Si quieres salir de noche no lo pienses, quédate en León, pero si buscas algo distinto, un poco de paz, este viejo molino situado a cinco minutos de Astorga y veinte de León es perfecto.
El río pasa por debajo de la casa y su sonido te acompañará todo el rato. Las habitaciones son enormes y lo mejor son sus bañeras; de obra y simplemente enormes o antiguas, de porcelana y pies; un lujo.

El desayuno es mediocre y la atención escasa (si tienes un/una amante es perfecto, ni sabrán que existís). Las zonas comunes son casi lo mejor; el comedor, el porche, el jardín, un bosquecillo al lado del río y como ganadora absoluta la biblioteca. Eso si, es un sitio caro dentro de su rango (90€ noche) y dentro no se fuma (sólo le faltaba eso a la biblioteca, poder fumar, para ser el cielo).